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Curso de italiano: Los sufijos apreciativos italianos

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Los sufijos apreciativos tienen la función de añadir matices expresivos o valoraciones afectivas a la base léxica a la que se unen sin modificar su significado fundamental. La información añadida puede ser totalmente subjetiva (afecto, desprecio, ironía, humor, atenuación, cortesía) o con cierto carácter objetivo (un tamaño o una intensidad mayor o menor de lo típico).

Por ejemplo, en español, las formas casita, casucha y casoplón contienen ciertos matices ausentes en el sustantivo base, casa. Del mismo modo, las formas blanco, blanquito y blancuzco transmiten connotaciones que no están presentes en el adjetivo base, blanco.

Esta derivación apreciativa con sufijos en italiano se llama alterazione. Se trata de un proceso creativo muy típico, sobre todo en la lengua hablada, mediante el usuario de la lengua puede transmitir información adicional sin la necesidad de usar más palabras y sin desviar la atención de la base léxica que resulta modificada.

Para entender los matices de los hablantes nativos y para sonar un poco más «italiano» al hablar, es necesario dominar la formación de estos derivados y comprender las sutilezas que transmiten cada uno de ellos. Sin embargo, aunque las características de la derivación apreciativa en español y en italiano son muy similares, no siempre es fácil encontrar una traducción directa, única y exacta para cada uno de los sufijos apreciativos italianos o para cada uno de los derivados obtenidos.

Clases de palabras que admiten la sufijación apreciativa

La sufijación apreciativa o alterazione tiene limitaciones de aplicación y no funciona con todas las clases de palabras italianas. Por tanto, antes de continuar, lo primero que hay que saber es a qué clases de palabras podemos añadir los sufijos apreciativos.

Muchos sustantivos aceptan estos sufijos y, en muchos casos, varios de ellos para dar lugar a diferentes compuestos. Por ejemplo, a partir de scarpa (‘zapato’), podemos obtener scarpina, scarpetta, scarpone y scarpaccia. Aunque no existen reglas claras, este tipo de sufijación suele dar muy a menudo con objetos de uso común y con sustantivos que indican relaciones personales o familiares. En italiano, a estos nuevos sustantivos se les llama nomi alterati.

En menor medida, los adjetivos también aceptan esta sufijación apreciativa. Si tomamos el adjetivo bianco, añadiendo diferentes sufijos obtenemos biancolino, biancaccio y biancastro. Entre los adjetivos que más experimentan esta sufijación se encuentran los adjetivos que se refieren a colores. Los adjetivos obtenidos de este modo se llaman aggettivi alterati.

Sin embargo, en el caso de los verbos y de los adverbios es mucho menos común aunque posible: a partir del verbo cantare se puede formar el verbo alterato canticchiare y a partir del adverbio bene se obtienen los avverbi alterati benino y benone.

Por último, en italiano, con algunas clases de palabras, como los artículos, las conjunciones o las preposiciones, no es posible usar este mecanismo.

Un grupo especial lo constituyen los nombres propios de persona (i nomi propri di persona) que, en italiano como pasa en español, permiten la creación de una variante apreciativa o hipocorístico (l’ipocoristico) mediante la sufijación, la abreviación o el cambio de forma. En estos casos, el matiz transmitido es de familiaridad, afecto o cariño. Por ejemplo, a partir de Giuseppe se forman variantes como Giuseppino, Beppe, Beppino o Pino, y a partir de Anna, Annetta o Annina.

Además de estas limitaciones debidas a la clase de palabra, en algunos casos, más que ante una imposibilidad nos encontramos ante la recomendación de evitar algunas formas teóricamente posibles para evitar una posible confusión con falsi alterati. Por ejemplo, usar aquilone como aumentativo de aquila (‘águila’) puede llevar a confusión porque esta forma está lexicalizada y significa ‘(la) cometa’.

Clases de sufijos apreciativos italianos

En italiano, se distinguen las siguientes clases de sufijos apreciativos:

  • Los sufijos diminutivos (i suffissi diminutivi) aportan un matiz de pequeñez o de tamaño menor de lo normal. Un sufijo diminutivo muy típico es –ino, muy presente en el lenguaje usado por y con los niños.
  • Los sufijos cariñosos (i suffissi vezzeggiativi) añaden diversos matices que varían según el caso: afecto, cariño, simpatía, hermosura, amabilidad, agrado, dulzura, cortesía, ternura o delicadeza. De entre los diversos sufijos cariñosos, –uccio destaca como uno de los más utilizados.
  • Los sufijos aumentativos (i suffissi accrescitivi) transmiten la idea de grandeza, de tamaño mayor de lo normal, o la idea de intensidad mayor de lo normal. El sufijo aumentativo más usado con sustantivos es –one/-ona (libro – librone). En el caso de los adjetivos, un sufijo aumentativo típico es –accione/-acciona (buono – bonaccione).
  • Los sufijos despectivos (i suffissi peggiorativi, spregiativi o dispregiativi) son usados para transmitir varios matices: antipatía, desprecio, rechazo, baja calidad, fealdad, mal estado de conservación y, en general cualquier juicio o sentimiento negativo. Dos de los sufijos despectivos italianos más usados son –accio o –astro.

El matiz añadido por un sufijo puede ser más complejo de lo que la clasificación anterior pueda sugerir. Por una parte, existen sufijos que aportan dos matices diferentes a la palabra a la que se unen. Por otra parte, hay sufijos que añaden un matiz solo pero este matiz puede variar de un derivado a otro. La palabra a la que se unen los sufijos y el contexto lingüístico en el que se usan estos derivados determina el significado o significados transmitidos.

Por ejemplo, muchos derivados son al mismo tiempo cariñosos y diminutivos (casa, casetta) y algunos son despectivos y diminutivos (signore, signorotto) o despectivos y aumentativos (naso, nasone). Con un único sufijo como, por ejemplo, –otto/a, también podemos añadir a la base léxica un matiz diminutivo (aquila, aquilotto) o aumentativo (giovane, giovanotto).

Finalmente, aunque esta entrada trata solo sobre los sufijos apreciativos, es conveniente recordar que en el italiano moderno es bastante común encontrarse con derivados apreciativos formados mediante la adición de un prefijo, y no gracias a la unión con un sufijo. Tres prefijos típicos que permiten esta derivación son super (supermercato), maxi y mini (minigonna).

Características de los sufijos apreciativos italianos

La característica más importante de los sufijos apreciativos es que aportan información de tipo semántico a la base léxica que modifican pero sin cambiar de manera importante el significado fundamental de la misma. Esto se refleja en que no cambian la clase de palabra de la base a la que se unen. Es decir, si unimos el sufijo –etta al sustantivo casa obtenemos otro sustantivo, casetta.

No obstante, esta sufijación apreciativa o alterazione si que provoca ciertos cambios, a veces de forma regular, a veces solo en ciertos casos:

  • Cambios en la pronunciación. Los sufijos apreciativos modifican el patrón de pronunciación de la palabra, ya que la sílaba tónica se desplaza de la base léxica al sufijo. Por ejemplo, en uccello el énfasis en la pronunciación recae en la e mientras que en uccellino la sílaba tónica pasa a ser la que contiene la i del sufijo.
  • Cambios en el género gramatical. En general, cuando los sufijos apreciativos se unen a un sustantivo, se mantiene el género gramatical del sustantivo que funciona como base del derivado. Sin embargo, en ocasiones, se produce un cambio de género gramatical. Esto ocurre sobre todo con los sufijos aumentativos (la casa, il casone; la strada, lo stradone) y, con menos frecuencia con los sufijos diminutivos (l’aquila, l’aquilotto).
  • Cambios morfológicos. En unos pocos casos, existe un cambio en la forma del derivado que puede afectar a la pronunciación y a la escritura (el diptongo uo de uomo se convierte en o en el derivado omaccio y la n de cane se convierte en gn en el derivado cagnone) o solo a la escritura (la g de strega se convierte en gh en el derivado streghetta, que mantiene la pronunciación /g/).

Existen casos especiales en los que es necesario incluir un interfijo entre la base y el sufijo apreciativo. Estos interfijos no aportan un significado adicional pero son necesarios en la formación de estos derivados. Así el diminutivo de libro con el sufijo –ino es libriccino (libr-icc-ino) y no librino. Otro ejemplo son los sustantivos terminados en –one, los cuales contienen una c adicional en sus formas diminutivas: campione, campioncino; bastone, bastoncino.

En algunos casos, los sufijos apreciativos italianos pueden combinarse entre sí. Entre las combinaciones más comunes tenemos la combinación –etto/a– más –ino/a (a partir de scarpa, podemos obtener scarpetta y de ahí scarpettina), ello/a– más –ino/a (si tomamos storia, podemos formar storiella y a partir de esta forma obtenemos storiellina) y accio/a– más –one/a (partiendo de uomo, obtenemos el derivado omaccio y podemos llegar a formar omaccione).

Por otra parte, los sufijos apreciativos se pueden añadir a palabras que son resultado de otros tipos de derivación. Por ejemplo, a la palabra passeggiata, que deriva de passeggiare mediante la adición del sufijo –ata, se le puede añadir el sufijo apreciativo –ina y obtenemos passeggiatina.

Sin embargo, después de los sufijos apreciativos no se pueden añadir más sufijos de otros tipos y el único cambio posible es el de la desinencia que indica el género y el número. Por ejemplo, a partir de ragazzo podemos tener ragazzino, ragazzina, ragazzini y ragazzine. De hecho, este es el comportamiento típico de los sufijos apreciativos, los cuales concuerdan en género y en número cuando se unen a un sustantivo o un adjetivo que modifica un sustantivo.

Los derivados apreciativos o alterati no suelen aparecer en los diccionarios en una entrada independiente, ya que su significado es deducible a partir de la base léxica y los matices que aporta el sufijo apreciativo. En un diccionario aparecen solo las combinaciones que se han lexicalizado y han pasado a ser palabras independientes con connotaciones o significados que van más allá de la combinación de base y sufijo. En italiano, estas palabras se llaman falsi alterati.

Aunque todos los derivados apreciativos italianos comparten muchas de estas características, sea cual sea la clase de palabra de la base léxica, existen pequeñas diferencias según se trate de nomi alterati, aggettivi alterati, verbi alterati y avverbi alterati.

Publicado en LINGUAFILIA (secciones Afijos italianos, Italiano) el 13-11-2018 (modificado el 23-09-2021) bajo licencia CC BY-SA 4.0.

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